En el principio de los tiempos no había nada. La nada era el todo, y el todo, a su vez, era la nada.
Misteriosamente un ser existió antes que todo, antes que nada, el cual decidió regalar vida.
Este ser dio libertad a sus creaciones. Libertad de gozar la vida a su plenitud, de vivir en comunión con los demás.
Este misterioso ser de nombre desconocido existirá después del todo, cuando la nada termine y el todo empiece, y les dará a todos los seres existencia eterna.
Al morir, sus creaciones repetirán la historia, creando sus propios universos e historias acerca del comienzo de las cosas.
Cuando el todo termine y la nada empiece será que el primero de los creadores revelara la verdad, explicara el gran misterio de la nada, y lo desconocido del todo y al fin, el ciclo dará a su fin, regresando a la nada, dirigiéndose hacia el todo.